Traducción libre de The Lancet
Resumen
Antecedentes
Se carece de datos exhaustivos sobre el COVID prolongado en grupos étnicos y migrantes en los países bajos (contexto de estudio). Se investigó la incidencia, la naturaleza de los síntomas, los predictores clínicos y la duración del COVID prolongado entre los pacientes hospitalizados por COVID-19 en los Países Bajos según el origen migratorio (origen holandés, turco, marroquí y surinamés, otros).
Métodos
Se utilizaron los datos de admisión y seguimiento de COVID-19 (enero 2021-julio 2022) de los Centros Médicos Universitarios de Ámsterdam. Calculamos las proporciones de incidencia de COVID a largo plazo según las directrices NICE por origen migratorio y evaluamos los predictores clínicos mediante regresiones de Poisson. A continuación, examinamos las asociaciones entre el origen migratorio y el COVID prolongado mediante regresiones de Poisson robustas y ajustadas por predictores clínicos derivados y otros factores biológicamente relevantes. También se evaluó la persistencia de los síntomas de COVID prolongada un año después del alta.
Resultados
Se incluyeron 1886 pacientes. 483 pacientes presentaban COVID prolongado (26%, IC 95%: 24-28%) a las 12 semanas del alta. Los síntomas como mareos, dolor articular, insomnio y cefalea variaban según el origen migratorio. Los predictores clínicos de COVID prolongado fueron el sexo femenino, la duración del ingreso hospitalario, el ingreso en la unidad de cuidados intensivos y recibir oxígeno o terapia con corticosteroides. El riesgo de COVID prolongado fue mayor entre los pacientes de origen inmigrante que entre los pacientes de origen holandés tras realizar ajustes por predictores clínicos derivados, edad, tabaquismo, estado de vacunación, comorbilidades y tratamiento con remdesivir. Sólo el 14% de los síntomas de COVID prolongado persistieron un año después del alta.
Interpretación
Existen diferencias significativas en la aparición, la naturaleza de los síntomas y la duración de la COVID prolongada según el origen migratorio. Se necesitan estudios que evalúen el espectro de la limitación funcional y el acceso a la asistencia sanitaria tras la COVID para ayudar a planificar intervenciones sanitarias adecuadas y accesibles.