Información sobre

Covid-19 y
Tuberculosis

Covid-19 y Tuberculosis

Según la OMS, la TB ha sido desplazada del primer puesto, por el COVID-19, como enfermedad infecciosa que más mata por un único agente infeccioso.
Los efectos de la Tuberculosis tienen un mayor impacto en las áreas más pobres de varios países.

Ésta enfermedad está asociada al hacinamiento, la migración y la desnutrición. De esta manera, los efectos socioeconómicos del COVID-19 representan una amenaza importante para la población que tiene TB. Según estimaciones de las Naciones Unidas independientemente de la probable asociación temporal entre COVID-19 y TB, ambas enfermedades infecciosas puede tener un efecto sinérgico social y económico en todo el mundo.

Radiografia Tuberculosis y covid 19

Estos impactos negativos, han estado asociados de manera directa con la prestación de servicios de TB. Lo que ha traído como consecuencia, la disminución en las notificaciones de esta enfermedad en países con una alta carga de esta enfermedad, que podría indicar que se han realizado pruebas a menos personas y que las personas con TB no diagnosticadas no están recibiendo el tratamiento que necesitan y corren el riesgo de infectar a otras.

Igualmente, la interrupción a gran escala de los servicios de tuberculosis debido a la pandemia de COVID-19, hará que sea aún más difícil cumplir con las metas de tratamiento de los países. Esto se ha debido a que COVID-19 ha desviado la atención y los recursos de los servicios de TB. Así mismo, la interrupción de los tratamientos puede traer como consecuencia el aumento de la farmacorresistencia en personas con TB.

Para más infomación:

Vías de Transmisión
y sus diferencias

Si bien la TB y la COVID-19 se propagan por contacto directo entre las personas, el modo exacto de transmisión es distinto, lo cual explica algunas diferencias en las medidas de control de infecciones encaminadas a mitigar las dos enfermedades.

Por un lado, después de que un paciente con TB tose, estornuda, grita o canta, los bacilos de la TB permanecen en suspensión en el aire, durante varias horas, en las gotículas de saliva, y las personas sanas que los inhalan pueden contraer la infección. El tamaño de estas gotículas es un factor clave que determina su infecciosidad. En este caso, la concentración de los núcleos disminuye con la ventilación y la exposición directa a la luz solar.

Por otro lado, la transmisión del COVID-19 se ha atribuido principalmente a la inhalación directa de las gotículas de saliva expulsadas por alguien que tiene la enfermedad (incluso en fase asintomática). Las gotículas que se producen al toser, estornudar, exhalar o hablar se pueden depositar en los objetos y las superficies, y las personas pueden contraer COVID-19 al tocarlos y luego llevarse las manos a los ojos, la nariz o la boca. Por lo tanto, el lavado de las manos, además de las precauciones respiratorias, son importantes en el control de COVID-19.

Diferencias entre
sus Síntomas

Las personas enfermas con COVID-19 y TB muestran síntomas similares como tos, fiebre y dificultad para respirar. Ambas enfermedades atacan principalmente a los pulmones y se transmiten por la cercanía de una persona infectada. Sin embargo, las características clínicas difieren en diversos aspectos.

La fiebre y la tos en COVID-19 tienen un comienzo rápido y un período de incubación entre una y dos semanas, por su parte las manifestaciones clínicas de la TB aparecen normalmente en un lapso mucho más largo. La tos en la TB suele producir esputo (moco) e incluso sangre, en contraste con el COVID-19 que, sin complicaciones, la tos es generalmente seca en la etapa inicial.

Cuando hay disnea en COVID-19, esta se presenta pronto después de la aparición de los síntomas; en la TB, la disnea suele aparecer en una etapa muy posterior o como una secuela a largo plazo. Los brotes de COVID-19 en un mismo hogar o en un lugar en el que se congregan personas son generalmente evidentes en una semana o dos, mientras que la progresión de la TB rara vez es abrupta y aparece solo después de varios meses.

Personas vulnerables a
complicaciones

¿Son más vulnerables a presentar complicaciones asociadas al COVID-19 las personas con TB?

Parece que sí. Los factores de riesgo asociados al COVID-19 son también factores de un pronóstico desfavorable en las personas que tienen TB. Las personas con TB que presentan daño pulmonar como secuela de una TB anterior o de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica pueden presentar un cuadro más grave si contraen COVID-19.

Aunque la experiencia sobre infección por COVID-19 en personas con TB es limitada aún, se prevé que las personas enfermas con TB y COVID-19 pueden tener peores resultados de tratamiento, especialmente si el tratamiento de la TB se interrumpe.

Las personas enfermas con COVID-19 y Tuberculosis muestran síntomas similares

Diagnóstico de
la Tuberculosis y
el Covid-19

La realización simultánea de las pruebas de la TB y COVID-19 en una misma personas está indicada, de manera general, por tres razones principales, en función del entorno específico de cada país:

  • Las características clínicas que son comunes a ambas enfermedades.
  • La exposición simultánea a ambas enfermedades.

La presencia de algún factor de riesgo de que haya una respuesta desfavorable ante alguna de las enfermedades.

Para más infomación:

Vacunación contra el covid-19
en personas con TB

En los dos casos deben adoptarse las medidas mencionadas en la sección de prevención del COVID-19 y los de personas con enfermedades crónicas. Aunque los modos de transmisión de las dos enfermedades son ligeramente diferentes, las medidas de control de infecciones de TB son aplicables a ambas (por ejemplo, medidas de higiene respiratoria, uso de mascarilla, separación de personas con sospecha de estar afectadas, la ventilación de los espacios y las medidas de protección personal).

La provisión de tratamiento preventivo de la TB debe mantenerse como sea posible ya que beneficia tanto a los pacientes y al control de la epidemia de TB, como a reducir el impacto negativo de la pandemia del COVID-19.

Formas de prevención

En los dos casos deben adoptarse las medidas mencionadas en la sección de prevención del COVID-19 y los de personas con enfermedades crónicas. Aunque los modos de transmisión de las dos enfermedades son ligeramente diferentes, las medidas de control de infecciones de TB son aplicables a ambas (por ejemplo, medidas de higiene respiratoria, uso de mascarilla, separación de personas con sospecha de estar afectadas, la ventilación de los espacios y las medidas de protección personal).

La provisión de tratamiento preventivo de la TB debe mantenerse como sea posible ya que beneficia tanto a los pacientes y al control de la epidemia de TB, como a reducir el impacto negativo de la pandemia del COVID-19.

Además de seguir todos los protocolos de cuidado señalados en la sección de prevención y las recomendaciones para personas con condiciones de salud preexistentes, las personas con TB deben continuar con su tratamiento. Por esto debe garantizarse la provisión de tratamiento antituberculoso para todas las personas con TB, incluidas aquellos en cuarentena por exposición al COVID-19 y aquellas con la infección confirmada.

La atención ambulatoria centrada en las personas y la atención basada en su comunidad es más recomendable sobre el tratamiento hospitalario (a menos que existan condiciones graves que requieran hospitalización), para reducir las oportunidades de transmisión.

Así mismo, los centros de atención medica deben:

  • Realizar diagnóstico diferencial precoz de TB/COVID-19 al ingreso del paciente al sistema de salud, con una valoración clínica y epidemiológica adecuada
  • Realizar baciloscopías de esputo e hisopado Rt-PCR para coronavirus cuando se sospeche por clínica, epidemiología y/o estudios de imágenes que revelen presencia de la enfermedad.
  • Valorar siempre la importancia de trabajar en red, georreferenciando a las personas y sus contactos; de esta forma se podrán continuar los controles de tratamiento y el suministro de medicación; evitando de esta forma abandonos y traslados innecesarios.
  • Tener en cuenta las interacciones medicamentosas entre ambas enfermedades para evitar reacciones adversas en caso de coexistencia TB/COVID-19