Potencial uso del Cidofovir en paciente con VIH y MPOX grave. Primer estudio en Reino Unido

Potencial uso del Cidofovir en paciente con VIH y MPOX grave. Primer estudio en Reino Unido

Potencial uso del Cidofovir en paciente con VIH y MPOX grave. Primer estudio en Reino Unido 412 450 Constanza Armas

Traducción libre de The Lancet

Resumen

Un hombre de 48 años con VIH mal controlado, un bajo recuento de CD4, presentó una infección grave por el virus de la viruela del mono humana (MPOX). Había completado 2 semanas de tecovirimat como tratamiento en otro hospital. Presentaba lesiones cutáneas dolorosas y ulceradas en la mayor parte del cuerpo y la cavidad orofaríngea, con angina de Ludwig posterior que requirió repetidas intervenciones quirúrgicas. Con el tratamiento de tecovirimat, no mejoró objetivamente, y a los 24 días se observaron nuevas lesiones.

Luego del debate de la Red de Enfermedades Infecciosas de Alta Consecuencia del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, se recomendó el uso de tecovirimat tópico al 3% y el uso de cidofovir tópico al 3% y luego intravenoso, que se administró a 5 mg/kg; el paciente mejoró notablemente tras la primera dosis intravenosa, recibiendo más dosis a los 7 días y a los 21 días, con lo que fue dado de alta el día 52.

El cidofovir no está autorizado para su uso en el tratamiento de la infección por MPOX. Los datos para su uso como tratamiento para esta enfermedad se limitan a estudios en animales. En Estados Unidos se han reportado otros cuatro casos documentados de cidofovir pero este sería el primero en el Reino Unido. La escasez de estudios sobre el uso de cidofovir en esta afección muestra claramente la necesidad de estudios sólidos para evaluar la eficacia, la dosis óptima y el momento y la vía de administración.

Se resaltaron tres puntos principales.

  1. Debido a la mejoría objetiva y subjetiva en la condición clínica del paciente con cidofovir intravenoso, exploramos la base de evidencia para este tratamiento y sugerimos que puede ser considerado en casos graves de MPOX, especialmente, en los que no hay mejoría con tecovirimat. Sin embargo, el cidofovir no está exento de efectos secundarios, en particular nefrotoxicidad. La nefrotoxicidad no se produjo en este paciente a pesar de las tres dosis que se subministraron, pero sugeriríamos precaución con el uso de cidofovir intravenoso en pacientes con alto riesgo de esta complicación.
  2. El cidofovir administrado por vía tópica pareció proporcionar una mejoría objetiva de las lesiones nasales. Destacamos los retos prácticos en la gestión de la administración de tecovirimat con una comida rica en grasas y la necesidad de que los antirretrovirales se administren con el estómago vacío. Destacamos la necesidad de ensayos y datos que investiguen el papel del cidofovir intravenoso en la infección grave por MPOX, así como su dosificación óptima . Es esencial considerar cuidadosamente el umbral para iniciar el tratamiento y sopesarlo con el riesgo de acontecimientos adversos. Además, es necesario seguir investigando la vía de administración (p. ej., preparaciones tópicas u orales de tecovirimat y brincidofovir).
  3. En conclusión, hasta donde sabemos, éste es el primer uso de cidofovir intravenoso en el Reino Unido para la infección grave por MPOX con mejoría clínica objetiva y subjetiva y sin acontecimientos adversos. Sin embargo, se trata de un único caso que esperamos estimule el debate sobre su uso. En la actualidad, presentaciones similares requieren una discusión cuidadosa, experta y multidisciplinar, y el consentimiento informado de los pacientes antes de su uso.