LA OPS lanza una campaña para visibilizar el impacto de la pandemia en la salud mental del personal de salud de primera línea de la Región

LA OPS lanza una campaña para visibilizar el impacto de la pandemia en la salud mental del personal de salud de primera línea de la Región

LA OPS lanza una campaña para visibilizar el impacto de la pandemia en la salud mental del personal de salud de primera línea de la Región 1024 537 Constanza Armas

El COVID-19 sigue imponiendo una carga importante a los sistemas de salud mental en América Latina y el Caribe, muchos de los cuales carecían de recursos suficientes antes de la pandemia. En este sentido, los países enfrentan el desafío de satisfacer la creciente demanda de servicios esenciales de salud mental y apoyo psicosocial, provocada por las consecuencias directas e indirectas del COVID-19.

Partiendo de esto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanza una campaña en las redes sociales, en vísperas de día Mundial de la Salud Mental, para concienciar sobre los efectos de la carga continua del COVID-19 sobre la salud mental de los trabajadores de salud de primera línea, invitándoles a compartir sus historias y estrategias para gestionar y afrontar mejor este desafío añadido.

Al respecto, el 8 de octubre de 2021, en la página web de la OPS mencionaron:

La campaña Salud mental, Cuenta tu historia, recopilará historias escritas y en vídeo de trabajadores de salud de las Américas a través de Twitter, Facebook e Instagram, que se recopilarán y difundirán a través del sitio web de la OPS y de sus canales en redes sociales hasta finales de año. La selección de historias se basará en criterios específicos, con el objetivo de retratar la amplitud de los efectos de la pandemia y mostrar la diversidad de las Américas.

El estudio COVID-19 Health Care Workers (HEROES)[1], que se centra en el impacto de la pandemia en la salud mental del personal de salud de 11 países de las Américas (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela) arrojó como datos preliminares que entre el 5% y el 15% de los encuestados presentaban pensamientos suicidas en las dos semanas anteriores a ser consultados, y entre el 15% y el 22% declararon síntomas compatibles con la depresión.

La pandemia ha afectado a la salud mental no sólo de los trabajadores de salud, sino también de muchas otras poblaciones clave en la región, ya que se enfrentaron al duelo personal, a las pérdidas de empleo y al trabajo precarizado, a las crisis económica y social, a la violencia doméstica, al cierre de escuelas y a la persistente desinformación generalizada.  Al mismo tiempo, los servicios para ayudar a las personas a hacer frente a estos factores de estrés se han visto interrumpidos por el COVID-19.

Un estudio  sobre el impacto de COVID-19 en los servicios de salud mental, neurológica y de uso de sustancias en las Américas de junio de 2021, realizado en 25 países de la región (Argentina, Bahamas, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Republica Dominicana, Ecuador,  Granada, Guatemala, Guyana Haití,  Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá,  Paraguay, Perú, Santa Lucia, San Vicente y las Granadinas y Surinam) muestra que la pandemia sigue teniendo un impacto negativo en los servicios disponibles para atender los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias, sobre todo durante el presente año. La mayoría de los países (72%) informaron que los servicios y programas de prevención y promoción de la salud mental se han visto gravemente afectados, en especial los especializados en niñez (76%), personas mayores (76%) y los destinados a la prevención del suicidio (56%).

Así mismo, aunque los países están aplicando enfoques innovadores, como la telemedicina y las líneas de ayuda para satisfacer la demanda de servicios de salud mental, estos no resultan suficientes y efectivos para la demanda actual. Aún los ministerios de salud de la región siguen priorizando la contratación de persona médico y la inversión en los centros de tratamiento de COVID-19. Otro foco de preocupación es que la mitad de los ministerios de salud de la Región no están recopilando o cotejando datos sobre trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias, que resulta una piedra angular en la respuesta a la pandemia y para el fortalecimiento de estos servicios para el futuro.

En este sentido, los esfuerzos llevados a cabo para concienciar sobre los problemas de salud mental y movilizar el apoyo a la salud mental, son necesarios para responder a la pandemia de manera integral.

[1] Este estudio estará disponible el noviembre de 2021.