Síntomas prolongados de COVID-19 en niños y adolescentes: ficha práctica de HAS

Síntomas prolongados de COVID-19 en niños y adolescentes: ficha práctica de HAS

Síntomas prolongados de COVID-19 en niños y adolescentes: ficha práctica de HAS 468 220 Constanza Armas

Traducción libre de Medscape

Francia – Dentro de la serie de fichas prácticas para orientar el diagnóstico y el tratamiento de los síntomas prolongados de Covid-19, la Autoridad Nacional Francesa de la Salud (HAS) ha publicado las primeras respuestas rápidas dirigidas a niños y adolescentes «para permitir un diagnóstico precoz y un tratamiento completo y adecuado«[1].

Recuerda que los síntomas prolongados de covid-19 son menos frecuentes que en los adultos, pero que se han descrito en adolescentes y, más raramente, en niños, con una frecuencia del 2 al 5% en estudios con un grupo de control.

Los síntomas señalados son numerosos, a menudo asociados y «su impacto en la vida diaria del niño no es despreciable«, dice la HAS. Incluyen fatiga, dolores de cabeza, trastornos del sueño, dificultades de concentración, dolor articular difuso, dolor abdominal, intolerancia al ejercicio, mareos, dolor en el pecho, pérdida de peso y tos prolongada. Suelen evolucionar favorablemente en menos de tres meses. Pero en algunos casos, el tiempo de recuperación es más largo y pueden producirse recaídas. 

Proceder por etapas

En un primer momento, la HAS recomienda realizar una anamnesis detallada para reconstruir la historia de los síntomas y llevar a cabo un examen clínico del niño. Sólo se realizará una evaluación complementaria si «los síntomas no han desaparecido o mejorado en menos de 4 semanas, si su repercusión en la vida diaria es importante o en caso de que se detecte una anomalía durante la historia y la exploración clínica«.

El objetivo es entonces eliminar las complicaciones raras, como la miocarditis, la pericarditis o el PIMS… tras la infección por covid-19 o detectar otra enfermedad no relacionada con el virus.

Atención temprana, integral y multidisciplinar

La HAS recomienda «un enfoque global y holístico, en el que la participación del médico de cabecera es esencial» basado en 5 ejes:

  1. Definir objetivos específicos para cada paciente centrándose en las diferentes áreas de su vida diaria: escolar, social, ocio, compañeros, deporte, actividad física, vida familiar.
  1. Regular las diferentes actividades incidiendo en el ritmo de actividad y descanso, utilizando si es posible la rehabilitación del esfuerzo respetando las capacidades del niño, la regulación del sueño y la alimentación.
  1. Apoyar al niño y a su familia escuchando al médico y, si es necesario, proporcionando apoyo psicológico.
  1. Limitar el impacto social con una adaptación flexible y progresiva de la vida cotidiana y, a veces, un ajuste del horario escolar y de la actividad física.
  1. Prescribir, en función de los síntomas, tratamientos médicos (tratamiento analgésico, tratamiento psicotrópico en colaboración con un psiquiatra infantil).

«El médico debe prestar especial atención al bienestar psicológico del niño, procurando no minimizar ni rechazar sus sentimientos ni los de su familia«, subraya la HAS, que añade que «el manejo multidisciplinar, el seguimiento de calidad y la adherencia del niño refuerzan las posibilidades de una rápida recuperación«.

La HAS precisa que «alcanzar estos objetivos y estabilizarlos a veces lleva tiempo, pero este enfoque a largo plazo es eficaz«.

En el caso de formas más graves, prolongadas o complejas, pueden ser necesarias investigaciones más profundas. La HAS recomienda un seguimiento multidisciplinar u hospitalario.