Se sigue requiriendo una respuesta integral para enfrentar al COVID-19 en la región

Se sigue requiriendo una respuesta integral para enfrentar al COVID-19 en la región

Se sigue requiriendo una respuesta integral para enfrentar al COVID-19 en la región 650 301 Constanza Armas

América Latina compone la región más afectada por el COVID-19. En el informe Actualización sobre la covid-19 en la región de las américas presentado en la 73.a sesión del comité regional de la OMS para las Américas que se lleva a cabo del 20 al 24 de setiembre, se visibiliza que “Cuatro países de la Región de las Américas (Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos de América) se ubicaron entre los diez países que notificaron el mayor número de casos acumulados a nivel mundial. Cinco países (Brasil, Colombia, Estados Unidos de América, México y Perú) se ubicaron entre los diez países con el mayor número de muertes acumuladas a nivel mundial”.

De manera tajante el documento menciona que el curso de la pandemia de COVID-19 en la Región de las Américas sigue siendo sumamente incierto, debido al aumento alarmante de casos en América Central y del Sur en la primera mitad del 2021. Este panorama se desarrolla con un despliegue gradual de la vacunación (se ha priorizado a los grupos de alto riesgo, como el personal de salud de primera línea y las personas mayores)  evidenciándose un desigual acceso a las vacunas para la población y diversos grados de interrupciones persistentes en la prestación de servicios esenciales de salud que tienen graves consecuencias, en particular, para los grupos poblacionales más vulnerables, como las personas mayores y las personas con enfermedades crónicas y discapacidades.

Estos aspectos ponen de relieve las dificultades para garantizar la continuidad de los servicios y la necesidad de fortalecer la capacidad resolutiva, especialmente en el primer nivel de atención en los países de la región. De ahí que la situación continue exigiendo una respuesta integral con capacidades sostenidas de la red de servicios de salud, medidas sociales y de salud pública, operaciones de vacunación focalizadas y medidas de control de brotes, lo que incluye la detección temprana, la investigación y el aislamiento de los casos, además del rastreo y la cuarentena de los contactos.

En este sentido, la OPS propone diferentes líneas a fortalecer por parte de los Estados de la región como son el liderazgo, la rectoría y la gobernanza de los sistemas públicos de salud y diferentes instituciones estatales;  el robustecimiento de la información epidemiológica, los sistemas de salud, las redes de prestación de servicios, las operaciones de respuesta ante emergencias y la cadena de suministros y apoyar la introducción de las vacunas contra la COVID-19 y el acceso a ellas.

En esta misma línea, organizaciones de la sociedad civil y activistas de Latinoamérica y el Caribe con trabajo por el acceso a tecnologías de la COVID-19 realizaron una carta a los gobiernos de América Latina y el Caribe exigiendo la elaboración y ajuste de los planes y políticas nacionales para garantizar el acceso a las vacunas para todas las personas (para obtener más información lee y descarga la carta que se envió a los presidentes de la región LAC).

Porque ¡Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo!