OMS: el COVID-19 sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional

OMS: el COVID-19 sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional

OMS: el COVID-19 sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional 275 183 Constanza Armas

Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)

Declaración acerca de la decimotercera reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (2005) sobre la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19)

En su decimotercera reunión celebrada el 13 de octubre de 2022, el Comité de Emergencias convocado por el Director General de la OMS en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (RSI – 2005) sobre la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) asesoró que el evento sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC).

Estado de la emergencia de salud pública de importancia internacional

El Comité observó una clara disociación entre la incidencia de casos y la enfermedad grave, así como las elevadas estimaciones de seroprevalencia resultantes de la infección y/o la vacunación combinadas en todas las regiones de la OMS.  Los datos de seroprevalencia pueden no reflejar necesariamente la verdadera protección inmunitaria, pero parecen reflejar la protección contra la enfermedad grave, y estos estudios siguen siendo importantes para supervisar la respuesta inmunitaria a lo largo del tiempo.

Al evaluar los criterios de una emergencia de salud pública de importancia internacional, el Comité convino en que, aunque la percepción pública es que la pandemia ha terminado en algunas partes del mundo, sigue siendo un evento de salud pública que continúa afectando adversa y fuertemente la salud de la población mundial, que sigue habiendo un riesgo de nuevas variantes que exacerben el impacto sanitario en curso, en particular a medida que se acerca el invierno en el hemisferio norte (y el aprendizaje del hemisferio sur), y todavía hay una necesidad de una respuesta internacional coordinada para hacer frente a las desigualdades en el acceso a las herramientas para salvar vidas.

Al aconsejar a la Directora General de la OMS que el evento sigue constituyendo una PHEIC, el Comité desarrolló los siguientes argumentos que sustentan su consejo.

En primer lugar, aunque el número de muertes semanales notificadas a la OMS es casi el más bajo desde el inicio de la pandemia, sigue siendo elevado en comparación con otros virus respiratorios, y la carga añadida de las complicaciones relacionadas con el COVID-19 y la afección posterior al COVID-19 también es alta y su impacto total no se comprende del todo. También hay que tener en cuenta la evolución del brote durante la próxima temporada de invierno en el hemisferio norte.

En segundo lugar, aunque se espera que la evolución del virus continúe, las características genéticas y antigénicas de las futuras variantes aún no pueden predecirse de forma fiable, en parte debido a las actuales lagunas en la vigilancia mundial que dificultan la identificación y evaluación temprana de estos cambios. Además, la evolución en curso del virus, con propiedades de escape inmunológico potencialmente mayores, puede plantear desafíos a las vacunas y terapias actuales.

Por último, persisten las desigualdades en el acceso a las vacunas y la terapéutica contra el COVID-19 entre los países y dentro de ellos, de modo que los grupos más prioritarios no tienen actualmente acceso a vacunas y terapéuticas seguras y eficaces en todas partes.

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, el Comité coincidió en que es necesaria una coordinación continua de la respuesta internacional para evaluar de forma fiable el impacto sanitario de la pandemia, vigilar y evaluar la evolución del virus y el impacto de futuras variantes, intensificar los esfuerzos para garantizar el acceso a contramedidas seguras y eficaces, y mejorar las actividades de comunicación de riesgos adaptadas y de participación de la comunidad.

En general, el Comité consideró que la situación sigue siendo dinámica y requiere reevaluaciones frecuentes, y que la finalización del PHEIC, cuando se considere factible, debe llevarse a cabo de la forma más segura posible. Para ello, el Comité pidió a la Secretaría de la OMS que proporcionara una evaluación y un análisis adicionales para un debate entre sesiones, a fin de seguir apoyando las deliberaciones del Comité. El Comité también recomendó examinar las posibles consecuencias negativas de la terminación del PHEIC, así como considerar las disposiciones pertinentes del RSI (2005) en relación con las recomendaciones temporales, que pueden seguir emitiéndose formalmente tras la terminación de un PHEIC, o con las recomendaciones permanentes.

El Comité consideró que, en vista de la situación actual, en la que los esfuerzos de respuesta en muchos países han reducido la carga del COVID-19, pero al mismo tiempo persisten las desigualdades en el acceso a las intervenciones que salvan vidas y las incertidumbres con respecto a la evolución del virus, las Recomendaciones Temporales requieren un mayor enfoque en tres prioridades clave: fortalecer la vigilancia integrada y lograr los objetivos de vacunación para los grupos de riesgo; continuar desarrollando estrategias para aumentar el acceso a la terapéutica asequible; fortalecer la planificación de la preparación para la pandemia, mientras se continúa protegiendo a las poblaciones de mayor riesgo.

El fundamento de estas recomendaciones prioritarias es garantizar que:

  • se disponga de las estrategias, los sistemas y los recursos adecuados para detectar cualquier cambio adverso en la epidemiología del COVID-19, debido, por ejemplo, a la aparición de una nueva variante más transmisible y con mayor escape inmunitario, capaz de causar una enfermedad más grave;
  • los Estados miembros tienen la capacidad necesaria para poner en marcha medidas sociales y de salud pública en respuesta a un nuevo evento
  • la población mundial esté debidamente protegida por un programa de vacunación eficaz y equitativo
  • se sigan desarrollando estrategias que aumenten el acceso equitativo a terapias asequibles, y
  • se mantengan los avances hacia una sólida arquitectura mundial de preparación para la pandemia.

El Comité prevé que un progreso significativo en la aplicación de estas medidas crearía una situación compatible con la finalización del PHEIC relacionado con la pandemia de COVID-19 en una futura reunión, y que la situación podría seguir caracterizándose como pandémica incluso si se finaliza el PHEIC. El Comité cree además que estas recomendaciones apoyarán un mensaje de salud pública apropiado sobre el riesgo cambiante de COVID-19, a pesar de la «fatiga pandémica» de la comunidad y de los políticos.