Más de 500 millones de personas se ven empujadas a la pobreza extrema por asumir los costos de la asistencia sanitaria.

Más de 500 millones de personas se ven empujadas a la pobreza extrema por asumir los costos de la asistencia sanitaria.

Más de 500 millones de personas se ven empujadas a la pobreza extrema por asumir los costos de la asistencia sanitaria. 1024 464 Constanza Armas

*Traducción libre de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Los nuevos datos recopilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial muestran que la pandemia de COVID-19 puede detener dos décadas de progreso global hacia la Cobertura Sanitaria Universal. Las organizaciones también revelan que más de 500 millones de personas se están viendo empujadas a la pobreza extrema por tener que pagar los servicios sanitarios de su propio bolsillo.

Las conclusiones se recogen en dos informes complementarios, presentados en el Día de la Cobertura Sanitaria Universal, que ponen de manifiesto el devastador impacto de la COVID-19 en la capacidad de las personas para obtener atención sanitaria y pagarla.

En 2020, la pandemia perturbó los servicios sanitarios y llevó a los sistemas de salud de los países más allá de sus límites, ya que se esforzaron por hacer frente al impacto de COVID-19. Como resultado, por ejemplo, la cobertura de inmunización cayó por primera vez en diez años, y las muertes por tuberculosis y malaria aumentaron.

La pandemia también desencadenó la peor crisis económica desde la década de 1930, lo que dificultó cada vez más el pago de la atención médica. Incluso antes de la pandemia, 500 millones de personas se veían empujadas a la pobreza extrema debido a los pagos que hacían por la atención sanitaria. Las organizaciones prevén que esa cifra sea ahora considerablemente mayor.

«No hay tiempo que perder«, dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. «Todos los gobiernos deben reanudar y acelerar inmediatamente los esfuerzos para garantizar que cada uno de sus ciudadanos pueda acceder a los servicios sanitarios sin temor a las consecuencias financieras. Esto significa reforzar el gasto público en salud y apoyo social, y aumentar su atención en los sistemas de atención primaria de salud que pueden proporcionar atención esencial cerca de casa«.

Y añadió: «Antes de la pandemia, muchos países habían hecho progresos. Pero no eran lo suficientemente sólidos. Esta vez debemos construir sistemas de salud que sean lo suficientemente fuertes como para resistir choques, como la próxima pandemia, y mantener el rumbo hacia la cobertura sanitaria universal«.

Los nuevos informes de la OMS y el Banco Mundial también advierten de que es probable que las dificultades financieras se intensifiquen a medida que crezca la pobreza, disminuyan los ingresos y los gobiernos se enfrenten a restricciones fiscales más estrictas.

«Incluso antes de que se produjera la pandemia del COVID-19, casi 1.000 millones de personas gastaban más del 10% de su presupuesto familiar en salud«, dijo Juan Pablo Uribe, director Mundial de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial. «Esto no es aceptable, especialmente porque las personas más pobres son las más afectadas. Dentro de un espacio fiscal restringido, los gobiernos tendrán que tomar decisiones difíciles para proteger y aumentar los presupuestos de salud«, añadió.

En las dos primeras décadas de este siglo, muchos gobiernos habían avanzado en la cobertura de los servicios. En 2019, antes de la pandemia, el 68% de la población mundial estaba cubierta por servicios sanitarios esenciales, como la atención prenatal y postnatal y los servicios de salud reproductiva; los servicios de inmunización; el tratamiento de enfermedades como el VIH, la tuberculosis y la malaria; y los servicios para diagnosticar y tratar enfermedades no transmisibles como el cáncer, las afecciones cardíacas y la diabetes.

Sin embargo, no han hecho los mismos avances para garantizar la asequibilidad. Como resultado los grupos más pobres y los que viven en zonas rurales, son los que menos pueden obtener servicios sanitarios, y los que tienen menos probabilidades de poder hacer frente a las consecuencias de pagarlos. Hasta el 90% de todos los hogares que incurren en un gasto sanitario de su bolsillo se encuentran ya en el umbral de la pobreza o por debajo de él, lo que subraya la necesidad de eximir a las personas en condición de pobreza de este gasto, respaldando tales medidas con políticas de financiación sanitaria que permitan que las buenas intenciones se hagan realidad en la práctica.

Además de dar prioridad a los servicios para las poblaciones pobres y vulnerables, con el apoyo de un gasto público específico y de políticas que protejan a las personas de las dificultades financieras, también será crucial mejorar la recopilación, la puntualidad y el desglose de los datos sobre el acceso, la cobertura de los servicios, el gasto sanitario de bolsillo y el gasto total. Sólo cuando los países tengan una imagen precisa del funcionamiento de su sistema sanitario, podrán orientar eficazmente las acciones para mejorar la forma en que satisface las necesidades de todas las personas.

En conjunto, estos dos nuevos informes ofrecen tanto una advertencia como una guía para todos los países que se esfuerzan por recuperarse mejor de la COVID-19 y mantener a sus poblaciones seguras, sanas y financieramente seguras.

Respuesta del Grupo del Banco Mundial a COVID-19

Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, el Grupo del Banco Mundial ha desplegado más de 157.000 millones de dólares para luchar contra los impactos sanitarios, económicos y sociales de la pandemia, la mayor y más rápida respuesta a la crisis de su historia. La financiación está ayudando a más de 100 países a reforzar la preparación ante la pandemia, proteger a las personas en condición de pobreza y el empleo, e iniciar una recuperación respetuosa con el clima. El Banco también está apoyando a más de 60 países de renta baja y media, más de la mitad de los cuales están en África, con la compra y el despliegue de vacunas COVID-19, y está poniendo a disposición 20.000 millones de dólares de financiación para este fin hasta finales de 2022.

ENLACES RELACIONADOS

Informe completo: Seguimiento de la cobertura sanitaria universal – OMS

Día de la Cobertura Sanitaria Universal 2021