*Radio Francia Internacional (RFI)
El aumento de casos de COVID-19, y específicamente de la variante Ómicron, se está extendiendo a un ritmo sin precedentes en Europa y las Américas, los que pudieran colapsar los sistemas sanitarios, menciona la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde hace meses la OMS viene advirtiendo las consecuencias de relajar las medidas de barrera y la actitud casi despreocupada de algunos países que pensaban que la crisis de Covid-19 había terminado. Justo antes de Navidad, la agencia sugería cancelar las reuniones familiares con la idea de detener la propagación del virus.
Aunque se venían haciendo estas advertencias los Estados no las acataron, según un análisis de Radio Francia Internacional (RFI) sugiere que este último año la OMS perdió espacio como fuente principal de consulta ante la pandemia, en parte porque como entidad política, además de científica.
En este sentido, la OMS se centra en alertar sobre la desigualdad de las vacunas y la monopolización de las dosis por parte de los países ricos sin poder culpar nunca a un Estado o a una empresa farmacéutica en particular, por lo que varios estados sienten que sus intereses no se ven representados por sus evaluaciones y posturas.
Esto ha traído como consecuencia que cada país afronte la pandemia de forma independiente, cuando la salida debería ser global.